jueves, 12 de marzo de 2009

Extinciones masivas

LAS EXTICIONES MASIVAS.

Introducción.

Una extinción masiva es un período de tiempo en el cual desaparece un número muy grande de especies. Por el contrario, se estima que en períodos normales las especies desaparecen a un ritmo de entre dos y cinco familias biológicas de invertebrados marinos y vertebrados cada millón de años. Desde que la vida empezó en la Tierra se han detectado siete sucesos de extinción graves en el Eón Fanerozoico.

Causas.

Estas extinciones se han atribuido generalmente a causas endógenas de la propia biosfera, a la acción de supervolcanes y al impacto de asteroides.
Existe una teoría que se atribuye a casi todas las grandes extinciones por impactos meteoríticos. Se ha establecido que aproximadamente cada 100 millones de años de media impacta un
asteroide kilométrico contra la Tierra. Si se tiene en cuenta que la vida pluricelular lleva unos 600 millones de años debería haber habido entre 5 y 6 grandes extinciones desde entonces. Y esas son las que realmente han ocurrido. Otras posibles causas son atribuidas a grandes glaciaciones globales o a erupciones masivas.
También se considera como causa probable de extinciones menores o incluso de las grandes extinciones, las explosiones de
supernovas cercanas.

* Desde que la vida se inició en la Tierra han ocurrido siete extinciones masivas:

Primera gran extinción.

Las Extinciones masivas del Cámbrico-Ordovícico ocurrieron durante la transición entre el período Cámbrico y el Ordovícico. En aquella época la vida se concentraba enteramente en el mar. Al inicio del Cámbrico sólo existían esponjas con esqueleto y moluscos, pero hacia la mitad del Cámbrico ya había ocurrido una gran diversificación que incluía trilobitas, arqueociatidos, braquiópodos, moluscos y equinodermos. Se cuentan al menos cuatro grandes extinciones durante el Cámbrico. La primera de ellas ocurrió al principio del Cámbrico, desapareciendo los trilobitas más antiguos y los arqueociátidos que fueron los primeros organismos que formaban corales. El resto de las extinciones afectaron los trilobitas, braquiópodos y conodontes.

Causas.

Las dos hipótesis más aceptadas sobre las causas de estas extinciones son la llegada de un
período glacial y el enfriamiento del agua unido a una reducción de oxígeno.
La hipótesis de la era glacial se basa en evidencia de sedimentos glaciales encontrados en
América del Sur en capas del principio del Ordovícico. Este período glacial podría haber producido un descenso en las temperaturas a nivel global, produciendo la extinción de la fauna que no podía sobrevivir en esas condiciones.
Según la hipótesis de la reducción de las concentraciones de oxígeno en las aguas marinas, causada por un enfriamiento en las aguas habría ocurrido cuando las aguas profundas y frías remontaron, produciendo variaciones en los niveles de oxígeno del agua, haciendo perecer a la fauna que solo podía vivir en ciertos estratos de la
columna de agua de los mares.

Segunda gran extinción.

Las extinciones masivas del Ordovícico-Silúrico fueron dos y ocurrieron hace aproximadamente 440 y 450 millones de años, y marcaron la diferencia entre los períodos
Ordovícico y silúrico. En esa época, todos los organismos complejos vivían en el mar y cerca de 100 familias biológicas se extinguieron, lo cual representaba el 85% de las especies de fauna. Los braquiópodos y los briozonos fueron de los más afectados, junto con las familias de trilobitas, conodintes y graptolitas.

Causas.

La teoría más aceptada es que la primera extinción masiva fue causada al inicio de una larga
edad de hielo que afectó la mayoría de las zonas costeras donde vivían la mayoría de los organismos extintos. El supercontinente Gondwana se desplazó hacia el polo sur y sobre él se formaron enormes glaciares que hicieron bajar el nivel del mar en todo el mundo. Esto causó cambios profundos en las corrientes marinas que afectaron la composición de nutrientes y la oxigenación de los mares. Las especies que sobrevivieron se adaptaron a las nuevas condiciones y a los nichos que dejaron las especies extintas. La segunda extinción masiva ocurrió al final de esta edad de hielo. El supercontinente se desplazó nuevamente hacia el sur, fundiendo los glaciales y causando nuevamente la subida del nivel del mar.

Tercera gran extinción.

La Extinción masiva del Devónico es el nombre que se da a una extinción o serie de importantes extinciones de especies al final del
Devónico, que conduce al Carbonífero. El final del Devónico viene marcado por esta crisis de extinción masiva que afectó más a los mares que a los continentes, y más a las latitudes tropicales que a las medias. Los corales que habían dominado el período se extinguieron, y hasta el Triásico no volvieron los arrecifes coralinos a ser importantes. Muchos taxones marinos sufrieron una fuerte reducción de su diversidad, desapareciendo grupos planctónicos como los graptolites y los tentaculites. Los animales marinos de aguas cálidas habrían sido los más afectados, mientras los de aguas frías habrían sufrido mucho menos, en proporción semejante a la fauna y flora terrestre. En general, el 77% de las especies se extinguieron, así como el 57% de los géneros y el 22% de las familias.

Causas.

Aunque se sospecha del enfriamiento global como causa principal, no se excluye la influencia de un impacto extraterrestre, para el que se han propuesto varios posibles lugares de colisión. Sin embargo, la existencia en la actualidad en la
zona intertropical de plantas muy antiguas (como es el caso de los helechos arborescentes) hace también pensar que la estabilidad climática a través del tiempo geológico es mayor de lo que muchos piensan. Existen también evidencias de una importante era glacial, originada probablemente por la enorme difusión vegetal del Devónico. Las plantas habrían fijado el dióxido de carbono, reduciendo su efecto invernadero y contribuyendo a un enfriamiento global. Además, parece que no se trató de una única extinción masiva, sino de una serie de acontecimientos relacionados, por lo que ambas teorías pueden ser ciertas a la vez. De hecho, parece tratarse de 3 extinciones masivas a lo largo de un periodo de 3 millones de años.

Cuarta gran extinción.

La Extinción masiva del Pérmico-Triásico (PT), también informalmente llamada como la Gran Mortandad, fue una extinción masiva ocurrida hace aproximadamente 251 millones de años. Esta a sido la mayor extinción ocurrida en la Tierra, en ella desapareció el 96% de las especies marinas y el 70% de las especies de vertebrados terrestres. Tras la catástrofe sólo sobreviviría un 10% de las especies presentes a finales del pérmico. Con tan poca biodiversidad resultante la vida tenía que tardar mucho tiempo en recuperarse. Numerosas ramas evolutivas del árbol de la vida habían sido cortadas de cuajo dejando muy pocos representantes disponibles para repoblar el planeta. Por éste, entre otros motivos, es también la extinción masiva de la que más tiempo le lleva a la vida rehacerse. Durante largo tiempo la Tierra sólo fue un yermo páramo desértico cuyas especies dominantes en tierra fueron los hongos.

Causas.

Se han propuesto muchas teorías sobre la causa de la extinción, incluyendo el movimiento de las placas litosféricas, el impacto de un objeto extraterrestre, actividad volcánica extrema y más recientemente un efecto invernadero producido por la liberación de
hidrato de metano congelado del fondo de los mares.

Vulcanismo.

En Siberia se produjeron masivas erupciones que produjeron enormes flujos de basalto que duraron miles de años. Las
Trampas Siberianas forman actualmente una gran provincia en Siberia, en la que hace alrededor de 251 a 250 millones de años se produjo uno de los más grandes eventos volcánicos conocidos en los últimos 500 millones de años de la historia geológica de la Tierra. Hoy en día, el área cubierta por basalto es de aproximadamente 2 millones de km² y se estima que la cobertura original fue de 7 millones de km², con un volumen original de lava calculado entre 1 y 4 millones de km³. En base a la cantidad de lava se estima que se liberó suficiente dióxido de carbono para aumentar las temperaturas del planeta en 5 °C, no lo suficiente como para matar al 95% de la vida.

Liberación de hidratos de metano.

Esta teoría enlaza con la erupción del flujo de basalto. El calentamiento producido por las erupciones podría aumentar lentamente la temperatura del océano hasta descongelar los depósitos de
hidrato de metano que hay por debajo del fondo oceánico cerca de las costas. Esto liberaría en la atmósfera suficiente metano para elevar las temperaturas en 5 °C adicionales (el metano uno de los gases de efecto invernadero más potentes). Esta hipótesis ayuda a explicar el aumento de los niveles de carbono-12 a mitad de la capa de transición del Pérmico-Triásico. También ayudaría a explicar por qué la primera fase de extinciones se produjo en tierra, la segunda fue marina (y comenzó inmediatamente después del aumento de los niveles de C-12), y la tercera fue en tierra de nuevo.

Liberación de sulfuro de hidrógeno.

Otra hipótesis involucra la liberación de
sulfuro de hidrógeno en los océanos. Las aguas oceánicas profundas periódicamente pierden la totalidad de su oxígeno disuelto, lo que permite que las bacterias anaerobias (por ejemplo, las bacterias verdes del azufre) florezcan y produzcan sulfuro de hidrógeno. Si se produce cantidad suficiente de sulfuro de hidrógeno, este subirá a la atmósfera. Los niveles de sulfuro de hidrógeno entonces aumentarían drásticamente a lo largo de unos pocos cientos de años, siendo tóxico para la mayoría de los seres vivos. El modelado de este tipo de fenómeno indica que el gas destruiría el ozono de la atmósfera superior y la radiación ultravioleta mataría a las especies que hubieran sobrevivido a los gases tóxicos.

Impacto de un gran meteorito

Recientemente (en 2006) se encontró el
gran cráter de un posible impacto de meteorito en la Tierra de Wilkes, en la Antártida. El cráter tiene un diámetro de alrededor de 500 kilómetros y está situado a una profundidad de 1,6 kilómetros bajo el hielo de la Antártida. Los científicos especulan que este impacto pudo haber causado la extinción Pérmico-Triásico, a pesar de su edad sólo ha podido determinarse en el amplio rango comprendido entre 100 millones y 500 millones de años atrás. También se especula que puede haber contribuido de alguna manera a la separación de Australia de la Antártida, que en ese momento formaban parte de Gondwana. Los niveles de iridio y el cuarzo fracturado en capa de transición Pérmico-Triásico difieren de los de la transición Cretácico-Terciario. No se conoce el impacto que pudo tener este meoteorito, pues los fósiles en Groenlandia muestran que la extinción pudo haber sido gradual, con una duración de alrededor de ochenta mil años, en tres fases distintas. Sin embargo, se especula que el impacto podría haber provocado una onda de tipo sísmico que a su vez produjo la ruptura de la corteza terrestre en el punto opuesto de la Tierra. En este punto se encontraban en esa época las Trampas Siberianas, por lo que la teoría del impacto enlaza con la hipótesis del vulcanismo.

Conclusión.

La extinción masiva ocurrida al final del
Pérmico es única por sus proporciones. A tal punto que es difícil pensar que una sola de las explicaciones propuestas haya causado tal destrucción. Existe otra teoría (algunas veces llamada teoría del Asesinato en el Orient Express) que considera que todas las causas propuestas ocurrieron de forma encadenada en el transcurso de un millón de años: El movimiento de las placas litosféricas produjo un balance precario en el ambiente global, una supernova debilitó la capa de ozono, el impacto de un gran meteorito desencadenó la erupción de las trampas de Siberia y finalmente, el calentamiento global resultante hizo que se derritieran los depósitos de hidrato de metano en las cercanías de las costas.

Quinta gran extinción.

La Extinción masiva del Triásico-Jurásico fue una de las mayores
extinciones masivas, que afectó profundamente la vida en la superficie y en los océanos de la Tierra. Desparecieron cerca del 20% de las familias biológicas marinas, los arqueosauros, la mayoría de los terápsidos y los últimos grandes anfibios. La liberación de tan grande número de nichos ecológicos permitió que los dinosaurios asumieran el papel dominante durante el período Jurásico subsiguiente.

Causas.
Se han propuesto diversas explicaciones para este evento, pero en todas ellas quedan cabos sueltos. Ni los cambios climáticos graduales ni los cambios en el
nivel del mar ocurridos durante el Triásico explican lo repentino de la extinción del panorama marino. Es posible que haya ocurrido un impacto de asteroide, pero no se ha encontrado evidencias de impactos cuya datación corresponda con el paso entre el Triásico y el Jurásico. Pudiera tratarse de erupciones volcánicas masivas, causando la emisión de dióxido de carbono o sulfuro de carbono en la zona magmática del Atlántico. Esto habría causado un recalentamiento global intenso (en el caso del dióxido de carbono) o bien un enfriamiento global igualmente intenso (en le caso del sulfuro de carbono). Sin embargo, la composición isotópica de las tierras fósiles del final del Triásico y del principio del Jurásico no muestra evidencia concluyente de cambios en los niveles de esas sustancias. Estas hipótesis son evaluadas en función de las nuevas evidencias que se van encontrando.

Sexta gran extinción.

La extinción masiva del cretáceo-Terciario fue un período de
extinciones masivas de especies hace aproximadamente 65 millones de años.
Se desconoce la duración de este evento pero se puede cuadrar a finales del período Cretácico. La desaparición de los grandes reptiles en esta extinción en masa dio paso al Cenozoico.
Este exterminio causó la desaparición de aproximadamente el 50% de los géneros biológicos, entre ellos se encuentran: los dinosaurios, pterosaurios, reptiles nadadores, plesiosauros y mosasaurios, ammonoideas, rudistas e inocerámidos. El nannoplancton calcáreo y los foraminíferos planctónicos experimentaron pérdidas importantes aunque se recuperaron durante la Era Cenozoica. Los grandes supervivientes fueron la mayor parte de las
plantas, de los animales terrestres (tales como los insectos, caracoles, ranas, salamandras, tortugas, lagartos, serpientes, cocodrilos y mamíferos placentarios), de los invertebrados marinos (estrellas de mar, echinoidea, moluscos y artrópodos) y de los peces.

Causas.

Existen diferentes
teorías al igual que en los otros acontecimientos pero la más aceptada es, probablemente, la posibilidad del impacto de un meteorito de gigantescas dimensiones que, debido a la gran explosión generada en su impacto, levantaría grandes cantidades de polvo al aire impidiendo que la luz solar llegara hasta las plantas, reduciéndolas en cantidad, generando con ello un desequilibrio en las cadenas tróficas

Séptima gran extinción

Holoceno es un nombre dado a la extinción sostenida y generalizada de especies que ocurre en el último período geológico, el
Holoceno. La extinción abarca desde el mamut hasta el dodo, incluyendo incontables especies que desaparecen cada año.
La extinción masiva del Holoceno comprende la notoria desaparición de mamíferos grandes, conocidos como
mega fauna, cerca del final de la última glaciación entre 9.000 y 13.000 años atrás. Tales desapariciones se han considerado como consecuencia del cambio climático, como resultado de la diseminación y proliferación del humano moderno, o ambas.
La tasa de extinción ha aumentado drásticamente en los últimos 50 años. No existe acuerdo generalizado sobre el considerar estas extinciones como un evento aislado o meramente como parte de un proceso que se agudiza. Únicamente durante estos años recientes, las
plantas han sufrido también extinciones masivas.
La extinción masiva del Holoceno se caracteriza de manera significativa por la presencia de factores de origen humano y su extremadamente corta duración en términos geológicos., en comparación a otros eventos de extinción.

lunes, 2 de marzo de 2009

despues de la lluvia viene la calma!!


esta fotografía fue tomada ayer ( Domingo) después d elas lluvias k cayeron durante el dia.
By: Sara.

jueves, 26 de febrero de 2009

Cristina Martínez Moyano


La evolución del ser humano ha llegado a su fin

Un genetista inglés afirma que la humanidad está terminando con su propia especie, la selección natural y la evolución por los cambios sociales y de modelos reproductivos.


LONDRES. El genetista Steve Jones, profesor del University College de Londres, asegura que la evolución del ser humano ha llegado a su fin, aunque matiza que de momento, debido a un cambio en las costumbres y usos sociales de Occidente.
Según este científico, existen tres componentes que favorecen la evolución, la selección natural, la mutación y el cambio al azar, y el hombre occidental está acabando con el segundo de esos factores. Al parecer, la tendencia de los hombres occidentales de tener descendencia antes de los 35 años está reduciendo significativamente la probabilidad de nuevas mutaciones como la que, en su día, dio origen a nuestro dedo pulgar.
Durante una conferencia en el University College de Londres titulada 'Human evolution is over' (La evolución humana ha terminado) el reputado genetista explicó hoy que "los cambios sociales de la humanidad a menudo modifican nuestro futuro genético". Como ejemplos citó los patrones de matrimonio, los anticonceptivos, los fármacos o la polución, pero subrayó especialmente, como uno de los factores más importantes, la edad de los hombres que se plantean tener hijos.
Según el profesor Steve Jones, los hombres de más de 35 años tienen más posibilidades de transmitir mutaciones a sus descendientes que los varones más jóvenes, debido a que las divisiones celulares en los hombres se incrementa con la edad. "Cada vez que hay una división celular, hay una oportunidad para el fallo, para la mutación, para el error", asegura el genetista, según informaciones del diario británico 'The Times' recogidas por otr/press.
"Para un padre de 29 años de edad -la edad media de reproducción de un hombre en Occidente- hay alrededor de 300 divisiones celulares", explica el científico, que asegura que en "un padre de 50 años de edad, esta figura está por encima de las 1000 divisiones celulares". Por tanto, "una caída en el número de padres mayores tendrá un efecto importante en los índices de mutación", lo que influirá en la evolución humana, asegura.
El profesor Jones habla de tres factores de evolución en el ser humano: la selección natural, la mutación y los cambios al azar o diversidad genética. "Inesperadamente hemos eliminado el factor de la mutación por los cambios en los modelos reproductivos", argumentó el científico durante su exposición. Cabe recordar en este sentido que fue precisamente una mutación la que produjo la aparición del dedo pulgar en el ser humano.

FALLOS EN LA SELECCIÓN NATURAL

"Antiguamente, podrías encontrar a un hombre poderoso con centenares de hijos", señala Jones, que citó como ejemplo al fecundo -y afortunado- Moulay Ismail de Marruecos, que murió en el siglo XVIII, y al que se atribuye la paternidad de 888 hijos. Para conseguir esta cifra, el citado personaje tendría que haberse acostado con una media de 1,2 mujeres diaramente durante aproximadamente 60 años.
Sin embargo, no sólo las mutaciones han perdido fuerza, sostiene el científico, que señala que la selección natural descubierta por Charles Darwin también se ha debilitado frente al avance de la sanidad y las mejoras de las condiciones de vida. También culpa al descenso de la diversidad genética: "los humanos somos más comúnes de lo que deberíamos ser según las reglas del reino animal y podemos agradecérselo a la agricultura".
La agricultura ha provocado que la población mundial crezca -"sin la agricultura probablemente la población de la tierra alcanzaría actualmente el medio millón de personas", sostiene Jones- y esto ha reducido la diversidad genética. "En todo el mundo las poblaciones se están conectando y la oportunidad de cambios aleatorios se está diluyendo", explica el científico, que concluye: "La Historia se hace en la cama, pero actualmente las camas se están acercando demasiado unas a otras".

Noticia científica de Saray Corvillo Bernabé

"El eslabón perdido"
Los investigadores que estudian el descubrimiento afirmaron que los dientes y huesos de ocho individuos revelan la existencia de vínculos entre los homínidos que vivieron hace 3,5 millones de años y los primeros ancestros humanos. Tim White y sus colegas de la Universidad de California en Berkeley, quienes desenterraron los fósiles en la región de etiope de Asa Issie, describen su hallazgo en la revista Nature. Allí explican que las piezas forman parte de la especie Australopithecus anamensis, un ancestro de los homínidos. Los individuos descubiertos ayudan a cerrar la brecha que existía hasta el momento entre la primera fase de especies pre-humanas y los fósiles homínidos hallados en Etiopía, conocidos como el grupo de Lucy.

Fósiles de cuatro millones de años de antigüedad hallados en Etiopía.
Los investigadores que estudian el descubrimiento afirmaron que los dientes y huesos de ocho individuos revelan la existencia de vínculos entre los homínidos que vivieron hace 3,5 millones de años y los primeros ancestros humanos.
Tim White y sus colegas de la Universidad de California en Berkeley, quienes desenterraron los fósiles en la región de etiope de Asa Issie, describen su hallazgo en la revista Nature.
Allí explican que las piezas forman parte de la especie Australopithecus anamensis, un ancestro de los homínidos.
Los individuos descubiertos ayudan a cerrar la brecha que existía hasta el momento entre la primera fase de especies pre-humanas y los fósiles homínidos hallados en Etiopía, conocidos como el grupo de Lucy.
De dónde venimos
Se cree que nuestra especie, los Homo, evolucionó a partir del grupo que descubrieron los científicos estadounidenses. Se considera que la relación del Australopithecus con los homínidos bípedos anteriores es fundamental para entender de dónde venimos.
Cuando este hallazgo se coloca al lado de otros fósiles provenientes de la misma zona en Etiopía, pareciera mostrar una sucesión evolutiva entre especies anteriores y posteriores.
"Lo que realmente importa de esta secuencia en Etiopía es el hecho de que el anamensis está en medio de dos grupos de homínidos", afirmó White.
En términos cronológicos y anatómicos, el Australopithecus anamensis se encuentra entre una especie de aproximadamente cuatro millones de años de antigüedad, el Ardipithecus ramidus, y de otra posterior, el Australopithecus afarensis, de tres millones de años.
Si bien los investigadores reconocen que el conocimiento del anamensis no es nuevo, explican: "Ésta es la primera vez que se demuestra que estas tres especies se ubican de una manera sucesiva en el tiempo, en un mismo lugar".

Teorías:
Una de las explicaciones es que una especie derivó en otra, en lo que se conoce como evolución filética.
Otras es que el Australopithecus apareció en principio como parte del Ardipithecus. En este esquema, ambos grupos habrían coexistido por un tiempo antes de que la madre de las especies desapareciera.
Pero ninguna de los tres tipos de individuos encontrados en Etiopía se solapan.
"Creo que se podría argumentar que la evidencia circunstancial basada en la geografía y el hábitat es la de la evolución filética, el paso de una especie a otra, y lo que estamos estudiando aquí es la génesis de esa segunda etapa en la evolución humana, la génesis del Australopithecus", comentó White.
Sin embargo, el especialista añadió que por el momento no se descartaba una hipótesis alternativa.
"Los espacios en blanco (de esta cadena evolutiva) no se llenan completamente; tu llenas uno grande y creas dos pequeños", añadió White.

Descubrimientos:
Entre los fósiles hallados también se encuentra el colmillo homínido más grande encontrado hasta el momento, y huesos de las manos y los pies.
En la excavación también se descubrieron los restos de cerdos, monos y gatos de gran tamaño.
El Australopithecus anamensis tiene una capa más gruesa de esmalte en sus dientes que el Ardipithecus, lo cual sugiere que el homínido posterior se estaba adaptando a una dieta de raíces más abrasivas.
Para muchas especies, éste era un alimento alternativo cuando los recursos eran escasos. Se desconocen, sin embargo, las causas del cambio en los hábitos alimentarios.

Atardecer

Bueno aqui os dejo esta fantastica vista tomada desde una finca de Guadalcanal. Espero que os guste!!

Noticia cientifica de Sara Oria Nogales


Tus neuronas trabajan como hormigas

Las células del cerebro humano funcionan como una colonia de hormigas, en la que cada individuo interactúa con el resto para tomar decisiones. Es la conclusión a la que acaba de llegar el profesor James Marshall, de la Universidad de Bristol. Los circuitos cerebrales implicados en la toma de decisiones y las colonias de insectos sociales como las hormigas o las abejas guardan siempre, según Marshall, un "compromiso óptimo" entre la rapidez y la precisión. El objetivo en ambos casos es el mismo: hacer un esfuerzo colectivo para adoptar y aplicar decisiones claras y eficaces.


Comentario: Esta noticia no tiene nada que ver con la evolución, pero me ha parecido bastante curiosa la complegidad que puede alcanzar un hormiguero..tanto como para compararlo con nuestra capacidad neuronal..es increible.

Noticia Científica de Sara Oria Nogales

Aumenta la distancia entre humanos y chimpancés
Durante la última década la comunidad científica pensaba que los seres humanos y sus parientes vivos más cercanos, los chimpancés, sólo diferían en el 1,24% de sus secuencias de ADN. Sin embargo, el primer mapa comparativo realizado para cuatro genomas de primates (macaco, chimpancé, orangután y humano) revela que esta estimación es incorrecta y que, en realidad, las diferencias podrían ser hasta diez veces mayores. Los detalles se publican hoy en la revista Nature, en un número especial dedicado a Charles Darwin. Según concluye el equipo internacional que coordina Tomás Marqués-Bonet, de la Universidad de Washington y el Institut de Biología Evolutiva de Barcelona, la clave del descubrimiento reside en el estudio de las duplicaciones segmentales, es decir, fragmentos grandes de ADN repetidos muchas veces a lo largo del genoma. Hasta el momento esta parte del genoma era ignorada, ya que resultaba muy complicado aislarla del resto del ADN. Todos los simios descienden de un primate ancestral que vivió hace unos 25 millones de años. La línea que conduce a los macacos se separó la primera, por lo que esta especie es la que está más alejada de los humanos en términos evolutivos. Orangutanes, chimpancés y humanos comparten un ancestro que vivió hace entre 12 y 16 millones de años. En cuanto a los chimpancés y los humanos, descienden de una especie ancestral común que vivió hace unos 6 millones de años.

Comentario: Cada vez se estan descubriendo más detalles sobre nuestros origenes...pero de todas formas nada de esto va a cambiar el presente..vengamos donde vengamos vamos a seguir siendo seres humanos aunque la continua inquietud que nos caracteriza nunca va a dejar que nos dejemos de preguntar sobre nuestros verdaderos origenes.